Seguimos con nuestras lecciones sobre masterización. En el video pasado vimos como ecualizar y comprimir un master. Ahora, vamos a saber cómo dar un buen volumen general a nuestro resultado final. El nivel apropiado para una canción siempre ha sido un tema muy debatido. En antaño, cuando el radio era el medio principal de distribución para música nueva, los dueños de disqueras notaron que la audiencia respondía mejor cuando una canción sonaba más fuerte que la anterior. Esto se desenvolvió en que a los ingenieros de masterización se les pidiera, cada vez, hacer más fuerte el volumen general de una canción, lo cual a lo largo de los años desató lo que hoy en día conocemos como "la guerra del volumen". Esta guerra del volumen tuvo efectos muy nocivos sobre la manera en que escuchamos música y apreciamos arte. Y te vamos a explicar porqué. Para maximizar el volumen de una canción, esencialmente se comprime. Esto se hace con un tipo de compresor muy especializado que se llama "limitador". Esto es limitar con un compresor, pero cuando un compresor se promociona como un limitador, quiere decir que cumple esta misma función y otra más, la de maximizar volumen. Aquí te mostramos un ejemplo, inserté un limitador en la pista auxiliar etiquetada "limitador", del video anterior. En este limitador, el parámetro "ceilling" o "techo" es la limitación como la acabamos de describir y para maximizar el volumen, el limitador retira varios parámetros que normalmente podrías controlar. En un limitador solamente tienes control sobre algunos de los parámetros que discutimos en el video sobre compresión, como el "umbral". A veces puedes controlar el "ataque" y la "liberación", sin embargo, no tienes control sobre la proporción del compresor o la ganancia de compensación. El limitador las calcula, automáticamente, para darte la mayor cantidad de volumen sin sonido de saturación. Comprimir es, esencialmente, subir el promedio de volumen. Cuando comprimes, igualas el volumen de todo tu material de audio. Al compensar la ganancia con la versión comprimida, provocas que el cálculo del promedio de volumen, en general, suba. La percepción que tenemos es que ahora la canción suena más fuerte. ¿Entonces cómo sabes que estás usando el volumen apropiado? Hay varias escalas para medir el volumen. Una de las más básicas es el "cálculo del valor cuadrático medio". Usemos de ejemplo una sinusoidal. Como es simétrica, los valores negativos tienen tanto peso como los valores positivos. Si sacamos el promedio, así como está, nos dará cero porque los valores negativos cancelan a los positivos. Hagamos una operación muy sencilla para resolver esto. Primero, vamos a cuadrar todos los valores; como un negativo multiplicado por otro negativo da un positivo, efectivamente, transformamos todos los valores negativos hacia positivos. Ahora saquemos la raíz cuadrada de la función para cancelar el efecto del cuadrado, recuerda que la raíz cuadrada es la operación inversa de cuadrar. El resultado es la misma onda sinusoidal, pero con todos los valores positivos. Ahora sí podemos sacar el promedio de valores y que sea algo más significativo. Como ya no hay valores negativos, ya no promedia hacia cero y obtenemos un promedio de volumen más cercano a lo que realmente escuchamos. Este cálculo es lo que se aplica a formas de onda enteras cuando masterizamos una mezcla. Puedes ejercer este cálculo sobre el coro de tu canción, el verso o la canción entera; el resultado será el volumen promedio de la expansión de tiempo que tú escojas. Algunas herramientas como Audacity, incluso, te pueden dar estos cálculos en tiempo real. Podemos ver en azul claro el cálculo de valor cuadrático o RMS, por su significado en inglés, "Root Mean Square". El azul oscuro es el valor instantáneo de la amplitud sin el cálculo del promedio aplicado. A esta medición también se le llama "medición de pico". La medición de pico nos sirve para saber si estamos a punto de saturar, mientras que la medición de promedio nos ayuda a visualizar el audio de una manera más cercana a cómo realmente escuchamos. Mientras más problemas solucionamos en cuanto a nivelado de masterización, más problemas surgen. Ahora, ¿cómo sabemos cuál es el volumen apropiado para una canción en estos tiempos? Hasta el punto en el que se graba este vídeo, todavía no existe un consenso general o estandarización, sea por vías legales o de organizaciones internacionales, que nos diga cuál es el volumen más apropiado. Lo único que nos queda, sin legislación o instrucciones precisas al respecto, es hacer un comparativo. Mientras más rango dinámico sacrifiques, menores serán los contrastes entre las partes suaves y las partes fuertes de tu composición. Esto quiere decir que el coro será menos impactante en contraste al verso, que no habrá diferencia de volumen entre una canción y otra y que, en general, será fatigante escuchar tu canción. Es como si alguien te gritara a todo volumen, en el oído, por cuatro minutos. Trata de que tu composición utilice todo el espacio disponible para amplitud, pero sin saturar. También, trata de que haya contrastes de volumen entre las partes suaves y las partes fuertes de tu composición. Va a tomar bastante práctica con un limitador para lograr este buen balance. Observa este ejemplo para notar las diferencias entre algo demasiado comprimido y algo que aprovecha el rango dinámico. Una vez más nos quedamos con la referencia que usas en tu sesión de masterización. Tomo una canción que vaya dirigida a la misma audiencia que la tuya, que tenga una instrumentación o genero similar y deja el volumen de tu master similar a esa referencia. En este ejemplo voy a dejar el volumen de mi master similar al de la referencia que escogí. ¿Has notado que en todos mis ejemplos, el parámetro para el techo ha estado en menos 0,3 decibeles? Esto provoca que, sin importar cuánto comprima el umbral, el limitador jamás dejará el audio sobrepasar menos 0,3 decibeles. Mi canción siempre estará a 0,3 decibeles del máximo posible, sin importar qué tan fuerte suene, jamás tocará realmente el techo digital de audio y esto evitará sonidos de saturación. Esto es importante porque diferentes dispositivos de reproducción saturan en diferentes puntos. Ya que tengas el volumen apropiado para tu canción, cambia la pista de audio master de "modo monitoreo de entrada" a "modo de grabación". Para este punto ya deberías estar completamente satisfecho con el sonido de tu master, graba desde el inicio de la canción. Es recomendable dejar unos cuantos milisegundos antes de la primera forma de onda en la canción y unos buenos dos segundos después del último golpe en la canción. Esto es para que la canción no brinque, abruptamente, hacia la canción que prosigue. El espacio que dejas antes es para que cuando brinques de una canción a otra, el brinco no se trague los primeros milisegundos de audio de tu canción. Ya que esté grabada tu canción con el espacio antes y después, exportarlo fuera de Ardour, como se muestra en el video. Puedes exportarlo en fidelidad completa, como punto WAV, pero tomará más espacio en disco y no todos los reproductores admiten este formato. También lo puedes exportar como MP3, lo cual ocupa menos espacio, pero no tiene la calidad de un punto WAV. Si vas a exportar en MP3, asegúrate de hacerlo en la mayor resolución de este formato, al menos en 192 Kylobytes por segundo. Algunos servicios de streaming no admiten nada que no esté en punto WAV, asegúrate de seguir los parámetros de calidad de este punto WAV para entregarlo. Y ahora sí, tu canción está completamente lista para ser publicada. Si quieres seguir expandiendo tu conocimiento sobre cualquiera de estos temas desde el módulo uno, recuerda que los videos extra tienen mucho material adicional, aparte del que cubrimos en los vídeos oficiales. Con esto termino el curso oficialmente aquí. Te agradezco mucho tu atención y esfuerzo a lo largo de estos cuatro módulos. Tristemente hemos llegado al final de nuestro curso. Sin embargo, queda muchísimo por explorar en cuanto al ambiente de la producción musical con software libre. En el siguiente curso vamos a hundirnos mucho más en audio digital y por lo mismo, quisiera presentarles a los profesores del siguiente curso. Muchas gracias, Nico. Hola, yo soy Jorge David y yo estaré co impartiendo el próximo curso de audio digital con Pure Date, donde básicamente, vamos a aprender cómo convertir todos los cables y dispositivos que vieron con Nico en datos puros que podrán ser procesados en su computadora. Hola, yo soy Hernani y también voy a estar impartiendo el curso digital con Pure Data. En el nos vamos a divertir conectando cajas y objetos para ver cómo funciona el audio digital y la síntesis en este curso. Esperamos verlos y verlas ahí. Hasta luego. Toda esta información que Jorge y Hernani te van a proporcionar, te van a convertir en un mejor productor musical. Por mi parte, espero que la información en mi curso te haya sido de mucho beneficio. Mi información de contacto está en la descripción de este video, así como portales donde puedes ver mi trabajo como productor musical. Yo me divertí muchísimo siendo tu profesor y te agradezco mucho tu trabajo a lo largo de los cuatro módulos. Hasta pronto. Está buenísimo toda esta promo...