El 48 por ciento del tiempo pensamos en algo distinto a lo que hacemos. El "Mindfulness" es todo lo contrario, es el estado de presencia en el cual logramos conectar con lo que sentimos, con lo que pensamos y hacemos, superando el piloto automático con la atención plena. ¿Qué vas a aprender? A estar presente y a aceptar los momentos de la vida como van llegando en lugar de asfixiarte con la autocrítica, con la ansiedad constante, que tan a menudo nos llevan a que se afecte nuestra vida, nuestra salud mental y nuestro bienestar. ¿Qué es Mindfulness? Es una forma de vivir de manera consciente, que te permite direccionar tu atención dentro de ti hacia las personas que te rodean o hacia el entorno. Con esto, vas a poder decidir pasar de reaccionar a responder. ¿Cuál es la diferencia? Está en la actitud. ¿Cómo asumes la situación? Cuando reaccionas, actúas de forma impulsiva y descontrolada, cuando respondes, tienes la capacidad de elegir lo que quieres transmitir. En la actualidad, es frecuente encontrarnos saltando mentalmente entre el pasado y el futuro. Estresarnos por tareas que tenemos pendiente cuando no hemos culminado las que debemos estar realizando en este mismo momento. ¿Cuál es la tendencia? Que terminamos afectando nuestra salud física, nuestra salud mental y llenándonos de una serie de tensiones innecesarias. Por ejemplo, si en el tiempo que ha transcurrido desde que colocaste este video has revisado el celular, has comido algo, has abierto otra ventana en tu PC o has contestado una llamada, estás en lo que se llama "atención parcial". No estás plenamente acá con nosotros. Esto es frecuente. ¿Qué dicen los estudios? Que la mente errante, esa que va de una idea a la otra, afecta tanto la ejecución como los resultados, generándonos desgaste mental al tratar de realizar varias actividades de manera simultánea. En el siglo XXI, necesitamos entender la importancia de la gestión de la atención porque es clave para nuestro desarrollo personal y profesional. Las mejores universidades del mundo están haciendo estudios para identificar qué pasa cuando la mente está enfocada y cuál es la diferencia cuando la mente es errante. Hay unas cifras que son de verdad alarmantes. Las personas inician una tarea cada 11 minutos y sólo concluyen el 57 por ciento de estas. Hay un 40 por ciento de pérdida de productividad cuando estamos saltando de una idea a la otra, y con la gravedad de que se nos incrementa el estrés negativo. Entonces, ustedes dirán: ¿y qué es el estrés negativo? Hay cuatro tipos de funcionamiento cerebral frente al estrés. El primero, es el "Modo relax"; estás acá, nada te estresa, nada te tensiona, pero no eres productivo y no alcanzas ningún logro. En el segundo, estas en "Eustrés", que es el estrés positivo, el que nos hace sentir empoderados, en el que sabes que hay mil cosas por hacer, pero sientes que tienes todas las capacidades para afrontarlas. En el tercero, ya entramos en el estrés negativo, que se llama "Distrés"; que se caracteriza por la angustia, por la detención, por la incapacidad de responder ante las exigencias del entorno que tenemos. Si te quedas mucho tiempo, te vas a ir al cuarto, que es el "Burnout", el queme del profesional, en el que ya el deterioro es evidente, en el que tenemos mucha dificultad para volver a estar en estados de calma y de relajación. Por todo esto, necesitamos aprender a optimizar los tiempos de relajación, a descansar los domingos en la tarde, a recuperar la calma en las noches y, a que cuando estemos en vacaciones, realmente, nos desconectemos del trabajo. Entonces, te estarás preguntando: "¿es posible corregir este hábito negativo de la mente?" Y, la respuesta es sí. ¿Cuál es el factor determinante entre el éxito y el fracaso? Es tu capacidad atencional, porque donde esté tu atención está tu intención. La mente siempre se va a centrar en aquello que para ti es muy importante. Hay unos estudios muy interesantes, si los quieres ver, de Harvard, de la Universidad de California y de la Universidad de Massachusetts, en la cual nos demuestran todos los resultados transformadores que tienen en el cerebro, la práctica del "Mindfulness". En ocho semanas, tú puedes reactivar áreas que no has utilizado nunca en la vida, porque "Mindfulness" impacta positivamente todas las áreas de nuestra vida, en aspectos como la creatividad, la disminución del estrés negativo ante todo, el mejoramiento de la capacidad atencional, y algo tan importante como en el desarrollo de la inteligencia emocional, entre muchas otras áreas. Porque, cuando nos damos cuenta de que estamos enfocados en el aquí y en el ahora, podemos manejar mejor el dolor crónico, regular el peso y tener relaciones de mucho valor. Entonces, todos estos beneficios son posibles con diez minutos. Imagínate, si le dedicas diez minutos de práctica al día a los ejercicios formales o informales que vas a aprender, vas a ver que, vas a poder elegir en qué momento centrar tu atención en lo que sea valioso para ti, y lo vas a poder incorporar como parte de tus hábitos cotidianos, que es lo más importante. Entonces, ¿qué quiero que hagamos? Quiero que exploremos el primero de los ejercicios que nos permite realizar el "Mindfulness" como una práctica formal. ¿Qué es una práctica formal? En la que tú te sientas y dedicas un espacio solo a hacer el ejercicio. Ese ejercicio lo vas a encontrar como un anexo que dice: "Respiración atenta de cinco minutos". Quiero que lo revises, que lo apliques, y que mires cómo te funciona. ¿Cuál es la recomendación? Es realizar la práctica al iniciar el día, con el fin de que generes ese estado de enfoque de la mente, y que lleves esa atención plena contigo durante el día de una forma natural. ¿Cuál es el mejor momento para realizar la atención plena? Cuando tengas tensión, cuando estás esperando a alguien, cuando estás conduciendo el automóvil y te encuentras con que el semáforo en rojo; en ese instante, tú paras, sientes la respiración, inhalas lentamente por la nariz y exhalas profunda y lentamente. Cuando haces eso, mientras que transita del rojo al amarillo y al verde, estás cambiando la atención dentro de tu cerebro, estás bajando todos los niveles de carga que generas y estás preparándote para ir consciente mientras conduces. Segundo momento: cuando estás caminando. Salir a dar un paseo, consciente, sintiendo la tierra bajo tus pies, viviendo cada momento como lo que es: "un momento único", siendo consciente de cada músculo que estás activando; cuando te desplazas así, ya sea que estés dando un paseo o caminando dentro de la oficina de un puesto al otro, no vas a perder la atención. Mira que estos cortos ejercicios te permiten ir entrenando tu mente para estar más enfocado y poder acudir a ellos cuando sientas que estás perdiendo la calma y que te estás tensionando de manera innecesaria. Entonces, si los comienzas a incorporar un paso a la vez, va a ser mucho más fácil hacerlo. Y hay algo que quiero que tengas como presente: siempre que hagas los ejercicios de respiración, debes inhalar y exhalar por la nariz. Entonces, te sientas, te aquietas, sientes la respiración en la nariz, tomas aire y exhalas lentamente. ¿Por qué por la nariz y no por la boca? Cuando inhalamos por la nariz y exhalamos por la boca, nos estamos relajando. Cuando estamos en modo laboral necesitamos enfocarnos, entonces, inhalamos y exhalamos conscientemente por la nariz. Te voy a poner un ejemplo, si yo estuviera acá hablándote y estuviera muy tensa y dijera: "No, voy a hacer el ejercicio", inhalo por la nariz y exhalo por la boca; tú pensarías: "Que raro se ve esta mujer, Blanca Mery se enloqueció". En cambio, si tú inhalas y exhalas por la nariz, te sientes cómodo, tranquilo, relajado y nadie se va a dar cuenta. Quiero que lo practiques, y que, a medida que vayas avanzando te vayas disfrutando de "el ampliar tu capacidad atencional". ¡Practícalo!, y nos veremos en la próxima sesión.