Bienvenidos al cuarto y último módulo de nuestro curso. ¿Cómo? ¿Química en mi casa? Esperamos que a lo largo de este tiempo que has dedicado a investigar sobre qué hay de química cerca de ti, te esté ayudando a aprender y a conocer de la misma manera que a nosotros nos ha divertido mucho el estar en contacto contigo. Este será el último módulo y, pues no nos queda más que decir adelante. Comencemos. [MÚSICA] Normalmente, cuando terminamos de utilizar un producto, llega el momento en que lo vamos a desechar y lo tiramos a la basura. Hay que pensar mucho antes de llegar a ese punto. Y, para no tener tanta basura, para tener mucho más control de lo que le hacemos al ambiente en que vivimos, porque finalmente todos somos responsables del deterioro del ambiente, en mayor o en menor medida, hay algunas cosas importantes que conviene que, de alguna manera, pensemos en hacer antes de decidir que un producto vaya a la basura. Vemos en pantalla la siguiente imagen, que nos muestra una forma muy lógica de que podamos ir reduciendo el volumen de basura que generamos. El primer punto importante es reducir la cantidad que utilizamos del producto a emplear. Si no necesitamos utilizar mucho, utilicemos la cantidad estrictamente necesaria. Hay ocasiones en que lo que pretendemos tirar a la basura lo podemos recuperar para volverlo a utilizar, de la misma manera que originalmente lo hacíamos o de una manera similar. Por ejemplo, una botella de agua que compramos en una tienda, nos terminamos el agua. En lugar de tirarla a la basura, la llenamos con agua en nuestra casa y la seguimos utilizando. La tercera acción importante a que se refiere nuestra imagen es el reciclado. Si ya no podemos reutilizar lo que estamos utilizando, hay que llevarlo a reciclar. De tanto utilizar nuestra botella de agua, ¿se rompió? Hay que llevarla y depositarla, no en la basura, sino en un depósito donde se concentre este tipo de botellas de plástico para llevarlas a un centro de reciclaje. En ese centro de reciclaje le darán el tratamiento adecuado para que no termine en la basura. Lo que no puede ser reciclado, podrá ser recuperado. ¿A qué se refiere esto? a que tal vez no podamos reciclar algo completo, pero podamos recuperar partes de ese algo para reutilizarlas. Por ejemplo, una computadora, que no podemos reciclarla completa, ¿podremos recuperar ciertas partes? ¿quizá tarjetas madres? O por lo menos recuperar el oro que se utiliza para las conexiones y volverlo a utilizar. Y, finalmente, cuando hemos agotado todas estas instancias, lo que nos queda es tirarlo a la basura. Pero, si seguimos estos 4 pasos, las 4 erres, habremos reducido en una cantidad muy sensible el volumen de la basura y esto permitirá que haya mucha más racionalidad en el manejo de nuestros desechos. Cuando hablamos de polímeros, los polímeros tienen formas especiales y específicas para ser reciclados y, de esta forma, la gran mayoría de los artículos de plástico que utilizamos tienen, en la parte baja o en alguno de sus costados, un pequeño triángulo formado por flechas que tiene un número en el interior. Vamos a hablar de qué significa cada uno de estos números y qué puede ocurrir con ellos. El triangulito que tiene el número 1 significa que el producto está hecho con politereftalato de etileno, es decir, el pet, que se utiliza por un lado, para hacer botellas para agua, refrescos, jugos; y por otro lado se utiliza para hacer fibras de poliéster. De esto hablamos mucho en el módulo 2 de nuestro curso. Bien, todo lo que tenga este número 1 deberá ser concentrado en un solo lugar para enviarlo a reciclar a las plantas que trabajan única y exclusivamente con este plástico. Cabe mencionar que antiguamente no se podía reciclar el PET para volver a hacer botellas pero los avances tecnológicos han permitido que ahora se utilice precisamente para eso, se pueda reciclar para volver a hacer botellas para alimentos y, lo más interesante es que la fábrica más grande del mundo recicladora de pet se encuentra en México en el Estado de México. Un dato interesante. Después tenemos el triángulo con el número 2 que significa polietileno de alta densidad, y el triángulo con el número 4 que significa polietileno de baja densidad. Los dos se pueden reciclar juntos y a fin de cuentas son polietileno, y al trabajarse en el proceso de reciclado, nos dan un producto único. Este polietileno reciclado se puede utilizar para hacer, por ejemplo, nuevas láminas que permitan fabricar bolsas. El número 3, en estos triángulos, corresponde al policloruro de vinilo, lo que conocemos comúnmente como vinilo, que se encuentra mucho en juguetes para niños, pero también se encuentra en persianas, en algunos marcos para ventanas, por ejemplo. Este se puede reciclar con mucho cuidado porque si se manejan temperaturas por encima de las normales, puede generar productos que resultan ser muy tóxicos. Entonces, no se puede mezclar de ninguna manera con otros plásticos porque generaría productos tóxicos que afectarían nuestra salud. El número 5 es el polipropileno, que es muy parecido al polietileno, pero tiene la propiedad de que es menos flexible, un poco más duro, pero mucho más resistente a la tensión y a la torsión. Esto lo encontramos mucho, por ejemplo, cuando compramos cajas de refrescos o cajas de botellas que vienen envueltas con un plástico encima. El plástico de encima es, precisamente, polipropileno. Y, finalmente, el número 6 es el poliestireno. El poliestireno es un producto sumamente versátil que lo podemos encontrar como espuma rígida, ¿en dónde? por ejemplo en los empaques para los equipos electrónicos muy delicados. Hay algunos productos que tienen un número 7, y ese número 7 quiere decir otros polímeros. Ahí podemos meter, por ejemplo, nylon, que no cabe en ninguna de nuestras anteriores clasificaciones. Esperamos que todo lo anterior que hemos mencionado te lleve a pensar en que hay muchas alternativas antes de pensar que algo que tienes en la mano sea basura y simplemente lo arrojes al depósito. [MÚSICA]