[MUSIC] Vamos a hablar ahora de mecanismos heterosexistas. Después de haber hecho esta introducción que you iba un poco en esta línea, lo que os quiero proponer es que hablemos un poco, reflexionemos un poco. Sobre cómo funciona nuestro marco social, en cuanto no sólo a la representación, sino a la consideración, a la explicación. En relación a las identidades o las categorías de identidad, asociadas a la orientación del deseo. Una de las cuestiones primeras que debemos plantearnos, como hacíamos al inicio del primer vídeo. Las cuestiones primeras que debemos señalar es que precisamente no tendría por qué hacerse esta asociación entre identidad y categoría de orientación del deseo. Pero que de nuestro marco social se caracteriza precisamente por establecer este vínculo. Vamos a hablar más de ello. Pero bueno lo que sí que me gustaría subrayar es que lo que estamos haciendo aquí no deja de desenfocar estas categorías consideradas otras, ¿no? Porque enfocarlas continúa siendo de alguna manera marcarlas ¿no? Enfocarla sobre todo, cuando se enfocan a partir de la idea de buscar una explicación. De situar el conflicto en la encarnación de la diferencia que se supone conllevan esta categorías, eso sigue siendo marca. Y lo que proponemos nosotros en la misma línea que dice, es la de enfocar el marco social. ¿Cómo?, el marco social produce discursos, que producen estas categorías no hegemónicas, y que produce también la categoría hegemónica. Y que distribuye estas categorías, en opuestos binarios jerárquicos, ¿no? En un funcionamiento parecido al que veíamos en relación a género. Bueno, lo que me gustaría que hiciéramos de momento es que enfocáramos este marco social. Que enfocáramos el problema de la homofobia y no tan directamente el problema de la homofobia sino los fundamentos discursivos que permiten pensar ciertas categorías, ¿no? Estas categorías fuera de la normatividad, como unascategorias socialmente minorizadas. Lo que vamos a ver es cómo funciona el heterosexismo cultural. Ahora entramos en ello. En la segunda parte de esta parte, lo que vamos hacer es a recoger, estos discursos hegemónicos, que atravesaran las representaciones normativas que veíamos en el vídeo anterior, ¿no? Y ver, las consecuencias políticas de estos discursos, y qué alternativas se proponen, por ejemplo, desde el discurso queer. Este es el recorrido que vamos a hacer en este y en el siguiente vídeo. Parto de la base, también, que entre el anterior vídeo y este habéis hecho al menos dos lecturas. "La intersexualidad obligatoria" de Adrienne Rich que teníais una pequeña guía de lectura. Y el cuento de Carme Riera [FOREIGN]. En castellano, "Te dejo, amor, el mar como una prenda". Lo digo porque van a aparecer algunas referencias a estas dos lecturas en este vídeo y me gustaría que las hubierais realizado antes de visionarlo. Bueno antes, sin embargo de hablar un poquito del cuento de Carme Riera, me gustaría que viéramos un clip que forma parte de la campaña antihomofóbica que puso en marcha el gobierno de Quebec. Al final del power pint, podéis encontrar la referencia a la página web de esta campaña que también es interesante, si queréis echarle un vistazo, ¿de acuerdo?. Pero bueno, de momento vamos a visionar el clip. [MUSIC]. Este clip, evidentemente, juega con aquellos códigos que atraviesan nuestra mirada. Esa mirada educada, en lo que podríamos llamar la presunción universal de heterosexualidad, o en la expectativa heterosexual. Nos indica, hasta que punto estamos acostumbrados a mirar el mundo en esta clave heteronormativa. Y nos relacionamos y esperamos que los sujetos con los que nos encontremos, respondan a nuestra expectativa heterosexista. De alguna manera, es lo mismo que pone en juego Carme Riera, en su cuento te dejo amor, el mar como una prenda. Es un texto neutro, en cuanto a género. En ningún momento sabemos o tenemos constancia, no hay ninguna marca lingüística que nos de constancia de que estamos ante una relación heterosexual. Y sin embargo, nuestra mirada tan acostumbrada al imaginario heterosexual. Lee el cuento hasta el final como una relación de amor entre un hombre y una mujer. Hasta que llegamos al final y descubrimos que no se trata de un hombre, se trata de una mujer, llamada María. La persona a la que está dirigida la carta que constituye este cuento. Supongo que os podéis esperar un final parecido o alguna sorpresa teniendo en cuenta que os sugerimos esta lectura en este curso, ¿no? Pero la verdad muchos de nosotros si leíamos este cuento en otro contexto, caeríamos también en esta lectura heterosexista. Jugaría, o a la hora de leer, se pondría en juego también este imaginario que está poblado de amor entre hombres y mujeres, pero que excluye habitualmente el homoerotismo. Así pues, podemos concluir de este clip y de esta lectura que nuestra mirada está totalmente educada, entrenada, si queréis incluso, adiestrada en estos códigos heteronormativos. Y que eso nos produce de alguna manera una miopía o incluso una ceguera cultural, una ceguera que heredamos culturalmente. Hasta el punto de que llegamos a hacer incluso lecturas correctivas de la realidad o de los textos, si es que hay alguna diferencia entre ellos. Un ejemplo de esta lectura correctiva, de este intento de adecuar lo que vemos a nuestros códigos, a nuestros prejuicios, a nuestras preconcepciones. Es la anécdota que cuenta Meri Torras en un artículo dedicado a la representación del deseo lésbico, la incorporación del deseo lésbico a los textos. Ahí cuenta que cuando se publicó este cuento de Carme Riera un crítico le escribió a la autora diciéndole: oye al final de tu cuento hay una errata, en vez de Mariano, pone María. Es decir este crítico incapaz de asumir lo que está leyendo. La evidencia de lo que está leyendo tuvo que poner en marcha algún tipo de estrategia correctiva como es la de no poder asumir que no se trataba de una errata. Sino que se trataba de la intención de la autora. Descubrirnos, al final, la identidad de género de la persona a la que va destinado el texto. En relación a esta anécdota me gustaría recoger esta pequeña cita de Meri de este artículo que os comentaba, escribir el deseo en el cuerpo del texto. Me interesa porque nos sigue hablando de esta mirada y de esta necesidad de hacer una apuesta política por cambiar esta mirada. Me interesa desde la cita y se refiere a la anécdota que acabamos de comentar. "Me interesa, en tanto que pone en el manifiesto que tenemos que aprender a inscribir el deseo no ortodoxo en los procesos de interpretación sexual/textual. Porque de otro modo esta interpretación -tan sesgada como la ortodoxa y la hegemónica- queda proscrita, silenciada, invisibilizada. Necesita por lo tanto un compromiso que podríamos llamar político (en un sentido amplio del término) para representarse". De alguna manera de lo que nos está hablando Meri es de la necesidad de hacer una apuesta política. De adquirir un compromiso político en este sentido amplio al que se refiere a la hora de leer no sólo los textos propiamente dichos. Sino a la hora de leer la realidad, a la hora de construir sentido. Entendiendo a la realidad como un texto y por lo tanto la lea como un texto que necesita ser interpretado, que necesita ser llenado de sentido. En este llenar de sentido el texto o en este negociar el sentido del texto con el texto o con la realidad. La necesidad de deseducar nuestra mirada tan cruzada o tan atravesada por los códigos de la heteronormatividad, es una apuesta política. Sin la cual seguimos perpetrando el silenciamiento y la invisibilidad. Tenemos pues por un lado como el primer mecanismo heterosexista esta presunción universal de heterosexualidad que nos atraviesa la mirada. Y que nos puede recordar, como hace Meri también en otro artículo, a esa presunción de inocencia. A se es heterosexual hasta que no se demuestre lo contrario. Tenemos por lo tanto por aquí un primer mecanismo heterosexista, y ahora me gustaría que entráramos en otro. Que el propio texto de Carme Riera, y el texto de Adrienne Rich sobre todo, pone de manifiesto. Que es la invisibilización de modelos fuera de la heteronormatividad. Fijaros en esta cita de Te dejo amor el mar como una prenda dice. "Iba descubriendo el mundo de la misma manera que el amor me descubría a mí para hacerme suya. No era los libros, ni las películas, donde aprendía a vivir la historia de nuestra propia historia. Aprendía a vivir, aprendía a morir poco a poco. Pero eso no lo sabía entonces. Cuando, abrazada a ti, me negaba a dejar pasar el tiempo". Aunque el amor y el deseo, con un poco de suerte, siempre tienen que ver con cierto ir a la deriva, o cierto ir a ciegas. O con al menos tener esta sensación, es indudable que amamos. Y que sentimos, que incluso hacemos el amor siguiendo, o gracias, o a través, o atravesados. Por una ser de modelos y de representaciones. Que nos dicen cómo amar, incluso cómo practicar sexo. En el caso del deseo homoerótico, precisamente con lo que nos encontramos y de lo que nos habla esta cita de Carme Riera. Es con la ausencia de modelos, de narrativas, a partir de las cuales, pensar y vivir. Pensar la identidad, y vivir la propia realidad, incluso la propia experiencia amorosa. De la importancia de las narrativas, de los discursos, de los modelos, de las representaciones. Nos habla, como you sabéis también, Adrienne Rich. Si en el texto de Carma, o en la cita que os ponía anteriormente, se nos está hablando de la ausencia y de la necesidad, seguramente. De unos modelos en los qué reflejarse o con los qué negociar, por parte de aquellas personas que experimentamos deseos no previstos dentro de la heteronormatividad. Si Carme Riera nos habla de la importancia de esta ausencia, o de la dimensión de esta ausencia. Adrienne Rich nos habla de la fuerza, del discurso a la hora de modelar nuestra identidad. Y a la hora de modelar nuestras narrativas de vida. O de crear expectativas en cuanto a nuestra propia trayectoria de vida. Ella considera que uno de los mecanismos fundamentales de la heterosexualidad obligatoria se encuentra precisamente en la proliferación de modelos heterosexuales. Me interesa de esta cita, que quiero que leáis detenidamente en casa. Me interesa sobre todo a mitad de cita. Cuando nos habla de que "La ideología del amor heterosexual, transmitida a la niña desde la infancia por los cuentos de hadas, la televisión, las películas, la propaganda, las canciones populares, las ceremonias nupciales. Es un instrumento idóneo en manos del alcahuete". Por todas partes, la narrativa que se nos ofrece es la narrativa del matrimonio heterosexual. Para Adrienne Rich, esto constituye una forma de lo que podríamos llamar violencia epistémica. Esta hegemonía de ciertos discursos, esta hegemonía de ciertas representaciones, esta hegemonía de ciertos modelos. Junto a la invisibilización de otros modelos alternativos a partir de los cuales pensar la identidad y el deseo. A esto podríamos considerarlo también una forma de violencia, una forma de exclusión cultural por supuesto. Pero también una forma de violencia cultural. Y finalmente, me gustaría llegar a un tercer o cuarto, you he perdido un poco la cuenta, mecanismo heterosexista. Que es el de la producción del discurso, que es el de la producción del discurso sobre la otredad. De un discurso, precisamente, que nos habla de los otros como otros. Y que juega o utiliza la estrategia de la estereotipia. De la construcción estereotípica. Os he hecho aquí una pequeña tabla. Me gustaría que antes de que usara yo mi propuesta tratarais de rellenar esta tabla con prejuicios asociados a las personas gays, lesbianas y heterosexuales. De momento nos quedamos con estas tres categorías. Qué estereotipos, qué discursos, qué imágenes. Referentes a la historia vital, a las prácticas sociales, a las prácticas sexuales, e incluso a las realidades, entre comillas, corporales. Asociamos a la idea de gay. Qué estereotipos, prejuicios, en relación a estas categorías asociamos a la idea de lesbianas. Y qué prejuicios tenemos en relación a la construcción de la categoría heterosexual. Pensadlo un minuto y seguimos. Imagino que habéis encontrado pocos prejuicios, o pocos estereotipos asociados a la categoría heterosexual. Cuando esto lo hacemos en una clase, con un público en directo, por decirlo así. Sí suelen aparecer algunos estereotipos asociados a la heterosexualidad. Pero están todos ellos relacionados con los estereotipos de género. Es decir, por ejemplo, las mujeres en un papel más pasivo en una relación heterosexual y los hombres tienen un papel más activo, por decir. Es lo primero que se me ocurre. Pero lo que me gusta incidir siempre, es que en el fondo, cuando hablamos de este tipo de estereotipos asociados a la heterosexualidad. No estamos hablando en realidad de estereotipos asociados a la categoría identitaria heterosexualidad. Estamos hablando de estereotipos de género. En cambio, cuando vamos a buscar estereotipos asociados con gays, con la categoría gay. Y con la categoría lesbiana, las cosas cambian un poco. Os propongo por ejemplo, prejuicios, estereotipos o creencias, relacionados con la categoría gay y la historia vital. Por ejemplo, se suele decir que una persona gay es una persona con una madre sobre protectora que ha tenido una infancia traumática. O que viene de una familia homoparental. De esto hablaremos un poquito en la segunda parte de este video. De la categoría historias vitales asociadas a la categoría lesbiana. Suele aparecer la idea de la madre ausente, además de las otras dos ideas también asociadas a la categoría gay, sigamos. En relación a las prácticas sociales, se suele asociar a la categoría gay ideas tales como la frivolidad, el culto al cuerpo, el consumismo. Se asocia a los gays al mundo del espectáculo, y se le asocia también con el desempeño de trabajos femeninos. En relación a las lesbianas que se las considera o se las tilda de asociales, se considera que viven en guetos y se las asocia con trabajos masculinos. Estos entre muchísimos otros estereotipos de creencias que podríamos asociar con estas dos categorías. Sigamos en relación a las prácticas sexuales. Gay se asocia a la promiscuidad. Se asocia a los roles activo, pasivo, siguiendo con la idea de que en el fondo la relación ideal es la relación heterosexual. En la que hay un rol masculino y un rol femenino. Y que por lo tanto cualquier otra relación de algún modo, va a reproducir este juego de opuestos. Por lo tanto también una relación gay y también una relación lésbica, en la que encontraremos un rol masculino marcado y un rol femenino marcado. En relación a las lesbianas también el imaginario tiende a representar el sexo lésbico como un sexo naif como un sexo asociado al petting. Es decir, como un sexo menos sexo porque no incluye supuestamente la penetración. En relación a las lecturas corporales, las categorías gays y lesbianas se asocian también con una diferencia corporal. Los gays son afeminados y se puede hablar también de que hay una diferencia genética. Una diferencia hormonal, o cualquier tipo de diferencia que se inscribe en el cuerpo. De las lesbianas se dice que son masculinas, que son feas, que tienen también esta diferencia corporal inscrita en el cuerpo. Resumiendo, si la categoría heterosexual se considera una categoría relacionada única y exclusivamente con las prácticas afectivo amorosas. Incluso con la identidad que forma parte del terreno afectivo amoroso. La producción discursiva alrededor de las categorías gays lésbicas va mucho más allá. Tenemos una asociación de la categoría, no sólo con unas prácticas o una realidad, o unas experiencias amorosas o sexuales. Sino también con una narrativa de vida, con unas prácticas sociales, con unas costumbres sociales, con unas costumbres sexuales. Y con una realidad que de alguna manera, da fe o atestigua el cuerpo. Así pues, esta sobreproducción discursiva nos está hablando una vez más de representación, de visibilidad. Porque no estamos en el ámbito de la inexistencia o del silencio. Nos está hablando de representación y de visibilidad, pero de una representación y de una visibilidad que juegan al mismo juego. Digamos que veíamos you en ocasiones anteriores, a lo largo de esta unidad. Es decir, al juego de representar, visibilizar, pero mantener ciertas categorías como categorías, otras. Es decir, representar desde el énfasis en esta otredad. Estos estereotipos negativizados, y pongo el énfasis en esta negativización. Es decir, no necesariamente negativo sino representados como negativos. Estos estereotipos negativizados conforman lo que tradicionalmente se ofrece como modelos de identidad a las personas que orientamos el deseo por lugares no previstos. A no ser que you digamos en un estadio posterior. Entren dentro del terreno de lo que llamábamos en el video anterior, visibilidad normativa. Entonces de lo que se trata como veíamos en esas recomendaciones para superar estereotipos. Precisamente de lo que se trata es de hacer una representación que no recoja estos estereotipos. Con lo que caemos en realidad en su negativización nuevamente. Es decir, por ejemplo, una mujer lesbiana masculina es una mujer que o bien va a ser representada desde la negativización, como es el caso de la estereotipia. O bien no va a ser representada, en nombre de la supuesta corrección de la representación lésbica. Recojamos pues algunas de la ideas que han ido apareciendo en este vídeo, señalemos algunos de esos mecanismos del heterosexismo cultural. Empecemos por lo que you habíamos señalado en el vídeo anterior, la idea de la presunción de heterosexualidad. Es decir, de la presentación de la heterosexualidad como la norma como lo neutro. Sigamos con la multiplicación de modelos heterosexuales y con la invisibilización de modelos homosexuales o de modelos alternativos a esta heteronormatividad. Y concluyamos con esta producción discursiva, en torno a la categoría otra. Que enfatiza su condición de otredad y que conlleva a una representación estereotípica y sobre todo una negativización de ciertos rasgos que se asocian a la idea de estereotipo. Todo ello constituye algunas de las características o algunos de los mecanismos de la heterosexualidad obligatoria y pueden considerarse como os decía antes; formas de violencia epistémica. Bueno, en la segunda parte vamos a adentrarnos en otro mecanismo de fondo de este heterosexismo. De esta heterosexualidad obligatoria, a otra manifestación, materialización. De esta heterosexualidad obligatoria y de esta violencia epistémica. Que es la hegemonía de ciertos discursos sobre la identidad en relación a las categorías de orientación del deseo. Y os voy a empezar a proponer you de una vez, algunas propuestas discursivas alternativas. Bueno, nos vemos entonces, gracias.