Este es el último módulo del curso, que esperemos esté siendo de utilidad para que conozcas uno de los procesos más interesantes que ocurren en nuestra boca de manera constante y dinámica, la caries dental. Otra de las finalidades de este curso y, en particular, de este módulo, es que conzocas también el manejo moderno de la caries dental por medio de su tratamiento no quirúrgico. Es decir, sin el uso de la turbina que tanto miedo provoca, no solo a los niños, sino incluso también a los adultos. La esencia de este tipo de tratamiento es el control de esta enfermedad por medio del manejo de técnicas de autoaplicación y de aplicación profesional. Bien. Entrando en materia, ¿qué es el tratamiento no quirúrgico de la caries dental? >> Es el uso corresponsable entre el cirujano dentista y el paciente de un conjunto de técnica no invasivas, cuya finalidad es el control de la caries dental. Está basado en la identificación personalizada de la interrelación e interdependencia de los factores de riesgo para esta enfermedad. En sí, el control de la caries dental gira alrededor de las interacciones de los factores de riesgo. Es decir, de cómo esos factores se influyen unos a otros y de cómo es necesario que coincidan varios de estos factores para que el problema se desarrolle o se detenga. Así mismo, podríamos afirmar que el control del biofilm es igual al control de caries dental. Aquí vale recordar que el biofilm oral forma parte del microbioma humano y, como sabes, desempeña funciones protectoras en beneficio de nuestra salud, por lo que es considerado un comensal natural y necesario en nuestro cuerpo, específicamente en nuestra boca. En ese sentido, solo buscamos su control y no su eliminación. ¿De qué depende el control del biofilm? >> Es una buena pregunta. Depende del control de los factores de riesgo. Así de complejo y así de simple. A partir del diagnóstico de la enfermedad, establecemos la interacción particular de los factores de riesgo y con ello se introduce el tratamiento para regular la acción de los mismos, con la finalidad de impedir el desarrollo de la enfermedad. >> Una perturbación es un factor de riesgo que puede alterar al biofilm en un sitio y dar como resultado una reorganización de su composición y de la actividad de los microorganismos. Estos cambios podrían predisponer el sitio a la enfermedad o a la salud, dependiendo de las interacciones de los factores, como you se ha visto. Un ejemplo es que la mayoría de los microorganismos orales requiere un pH alrededor de la neutralidad para un crecimiento óptimo y son sensibles a los extremos de ácido o alcalino. El pH de la mayoría de las superficies de la boca está regulado por la saliva, que tiene un pH en el rango de 6.75 a 7.25. Los cambios en el pH ambiental pueden causar cambios importantes en las proporciones de bacterias dentro de las biopelículas orales. Después del consumo de azúcar, el pH en el biofilm puede descender rápidamente por debajo de un pH de 5 mediante la fermentación ácida. Dependiendo de la frecuencia de la ingesta de azúcar, las bacterias en el biofilm estarán expuestas a diversos desafíos de bajo pH. Muchas de las bacterias predominantes del biofilm que están asociadas con sitios sanos pueden tolerar condiciones breves de pH bajo, pero se inhiben o mueren por exposiciones más frecuentes o prolongadas a condiciones ácidas. Esto puede resultar en el enriquecimiento de especies tolerantes a los ácidos, especialmente estreptococos y lactobacilos, que normalmente están ausentes o solo como componentes menores en la placa dental en sitios sanos. Este fenómeno da lugar a la desmineralización de los dientes. El proceso de desmineralización y remineralización es continuo y natural. Como sabes, puede ser influido, entre otros, por la cantidad y calidad de saliva que producimos y por nuestra intervención sobre los factores de riesgo. ¿Qué hacer de manera concreta para evitar la desmineralización o para promover la remineralización? >> Podemos mencionar varios tratamientos no quirúrgicos, cuyo uso está determinado por el diagnóstico de la enfermedad a partir de los factores de riesgo. La cantidad de técnicas para controlar la caries dental es incontable. >> Esto podría ser mediante técnicas convencionales, como la mejora de las prácticas de higiene oral para interrumpir el establecimiento del biofilm, como cambiar nuestro estilo de vida. Cambios que podrían conducir a reequilibrar la armonía natural del biofilm oral, así como otros aspectos de nuestra vida. La enfermedad inevitablemente volverá a avanzar a menos que se aborden los factores de riesgo que están impulsando los cambios en el biofilm, que lo convierten en un elemento dañino. Dieta. El primero de los factores que se abordarán con relación en el tratamiento no invasivo de la caries dental será la dieta. A continuación, se presentan algunas recomendaciones con respecto a este factor. Reducir el consumo de azúcar refinada en todas sus formas, refrescos, jugos de frutas industrializados, azúcar blanca, caramelos, pasteles, paletas, galletas y cereales azucarados. En fin, podríamos seguir citando productos que la contienen. Basta decir que todos aquellos productos que contienen azúcares refinados o directamente glucosa, como en el caso de los refrescos, nos producen grandes daños, y no solo en la boca, sino a la salud en general. La restricción del consumo de azúcar tiene un importante papel en el control de la caries dental. Por lo tanto, el autoanálisis o el análisis profesional de la dieta y su asesoramiento tienen un papel que desempeñar en el control de esta enfermedad. Si tenemos problemas de consumo de azúcares fermentables, tanto en términos de frecuencia como de cantidad o de tiempo de exposición a ellos y no hay una disminución apreciable en su consumo, es evidente que se harán dominantes los procesos de desmineralización y, con ello, el avance de la enfermedad hacia lesiones cavitadas. Además, los pacientes deben ser conscientes de cómo un cambio adverso en la dieta o en el flujo de saliva podría plantear un problema, especialmente si la higiene oral es pobre. Es decir, una combinación de factores de riesgo naturalmente potencian el efecto dañino sobre nuestros dientes. Actualmente, el tiempo de exposición de nuestros dientes a azúcares fermentables, como cuando mantenemos una paleta de caramelo macizo por horas en la boca, o bien cuando la mordemos y se queda atrapada sobre la superficie de los morales o entre ellos, influye de forma más importante que la cantidad ingerida, you que aumenta el número de ciclos de desmineralización y el alimento disponible para los microorganismos. El consumo entre horas de comida, cuando el flujo salival, neutralizador natural de la acidez, es menor, produce una mayor desmineralización. [MÚSICA] [AUDIO_EN_BLANCO]